La cuerda torcida

Me muero de frío, aunque esta semana no haya sido fría. Me olvidé de escribir en mi blog, no tenía tiempo, aunque la verdad es que me dí cuenta que el blog me estaba haciendo mal. Empecé a reflejar mi infelicidad y todo lo veía por el lado negativo, pero ahora solo lo usaré para ayudarme a mí.

Mi plan de la sorpresa ha fallado, él ya lo sabe todo, y es que soy un poco tonta para mantenerme callada, no importa si es que aún después de todo lo que le voy a decir no cambia nada, lo siento por mi. De todas maneras no espero nada a cambio lo hago porque lo quiero y creo que es algo que tengo claro.

He estado de fiesta en fiesta la semana que paso, y el sábado se desató todo en la casa de un amigo. Fue muy gracioso, aún tengo un paquete de cigarrillos guardados en mi cajón.

No sé que más poner, hoy me he quedado de vaga en la casa y tengo las manitas heladas de tanto estar en la computadora. Me estuve mensajeando con él un rato, pero ya fue. Más tarde tengo que ir al doctor a que me den mis resultados, que miedo. No, todo tranquilo, espero.

Ayer salí con mis tíos y mi prima, le conté todo lo que me había sucedido en su ausencia de uf, tantísimos meses, se asustó pero me comprendió.

Ahora solo me queda estudiar, hacer mi tarea y abrigarme un poco. No tengo ganas de sonreír hoy, pero tampoco tengo ganas de llorar.

Sé que estoy siendo algo fría y cortante, pero el clima no me ayuda y tengo ganas de vomitar.

Adiós.