La cuerda torcida

A mi querido amigo:

A ti, que te fui perdiendo en el camino, que te deje de lado por mis idioteces. Que no te escuche cuando me hablabas, que no te hice caso, que te apuñalé con espada. A ti, que de ti ya no sé nada, que han pasado meses y semanas, y si estas muerto o vivo, eso ya no lo sé. Me puse a recordar aquellas épocas en que entre insultos y peleas se iba avivando nuestra amistad. Donde solía pegarte y tu jalarme los cachetes. Recuerdo las promesas que hicimos, de la que tú serías el tío de mis hijos, vendrías a comer a mi casa y seríamos como una familia. Tus típicas ocurrencias siempre me hicieron reír. Pero no niego que muchas veces me hicieron amargar mucho. Siempre te comprendí, y me puse de tu lado. Me gustaban tus abrazos, porque me sentía reconfortada y segura, que jamás ibas a dejar de hacerlo cuando más lo necesitará. Lo siento por dejarte de hablar, por tratarte mal el día de mi cumpleaños, por no asistir a reuniones donde pude verte. Lo siento por no seguir tus pasos y preguntare cómo estabas, qué tal te está tratando la vida. Lo siento por ser tan mala compañera de ruta. Quisiera que pudieras perdonarme algún día. Quisiera que comprendieras mis idioteces, lo sé, porque si son idioteces, pero así es tu amiga, y aunque sea insoportable y a veces tengas ganas de matarla, no olvides nunca, que más que encontrar en ella una amiga, encontraras una hermana.
Donde sea que te encuentres, con quién sea que estés, no te olvides de mí. Y espero verte pronto.
Un abrazo sincero, y de esos que no se olvidan.

Eso de que cuando quieres un bus no llega y cuando no lo quieres esta en todas partes, es completamente cierto.

¿Será lo mismo con las cosas de la vida?

A veces quisiera que no me importara, pero me importa más de lo debido.

Quiero volver a hacerme la fuerte. Y ahora que todo esta bien, no me rompas te lo pido.

se te sale el corazón

los sentimientos afloran al mil

te arden los labios

las manos te duelen

se te desvía la vista

te ríes sola

lloras en tus adentros

imaginas cosas extrañas

y tu mente no deja de trabajar.



Lo has visto, él esta ahí.



Estoy en las mejores etapas de mi vida, y sin embargo siento confusión.

En el PUNTO MUERTO

donde me ahogo,

caigo


y nunca muero.

Eres como las galletas en lo alto de la alacena, una estrella fugaz, un globo de helio que se escapa, la vida que nunca pudimos llevar, el regalo que siempre pedías a Papá Noel, echarse a volar, terminar de leer aquel libro, que tu equipo entre a una liga mundial, encontrar lo que perdiste hace años, volver a ver al abuelo, aprobar de una vez las matemáticas, grabar una película en tu ciudad, cenar con tu cantante preferido, que mañana haya espaguetis para comer, que me regalen un unicornio, poder salir hasta más tarde, teñirme el pelo de azul, tener unos patines y saber hacer malabares.

Ya empecé la universidad, todo genial hasta ahora. No sé, siento que puedo acostumbrarme. No sé porque escribí esto, pero fue hace un tiempo. No hagan caso, no es tan improbable si pensamos que podemos conseguirlo. Y yo lo quiero demasiado.

PD: FELIZ CUMPLE MAMI! Te amo.