La cuerda torcida

Eres como las galletas en lo alto de la alacena, una estrella fugaz, un globo de helio que se escapa, la vida que nunca pudimos llevar, el regalo que siempre pedías a Papá Noel, echarse a volar, terminar de leer aquel libro, que tu equipo entre a una liga mundial, encontrar lo que perdiste hace años, volver a ver al abuelo, aprobar de una vez las matemáticas, grabar una película en tu ciudad, cenar con tu cantante preferido, que mañana haya espaguetis para comer, que me regalen un unicornio, poder salir hasta más tarde, teñirme el pelo de azul, tener unos patines y saber hacer malabares.

Ya empecé la universidad, todo genial hasta ahora. No sé, siento que puedo acostumbrarme. No sé porque escribí esto, pero fue hace un tiempo. No hagan caso, no es tan improbable si pensamos que podemos conseguirlo. Y yo lo quiero demasiado.

PD: FELIZ CUMPLE MAMI! Te amo.