La cuerda torcida

Otra vez, sí otra vez. No me había visto llorar de esa manera hace bastante tiempo, y lo peor es que no pensé en mi madre enferma y la hice llorar por verme de esa manera tan desenfrenada y loca. Perdí el control, crucé la línea, no tenia la cabeza ahí. Son de esas noches que no podré olvidar. Me encerré en mi cuarto toda la noche para que nadie me oiga llorar, pero era inútil, lloraba como una niña desesperada por algo, sufría, me ahogaba en mi llanto. Era tanta la desesperación que sentía, que pensé que me iba a volver loca como la vez que amenacé a mi madre con una tijera. Me golpee la cabeza contra mi ropero, me golpee las piernas los brazos, me mordí la lengua, el labio, quería sentir dolor, verme sangrar, porque en ese momento me odiaba, me odiaba por no ser otra.

Todo me olía a enero-febrero-marzo-abril. Ósea a él. Como pudo cambiar de esos 4 meses a lo que es ahora. No entiendo, no me cabe en la cabeza. Lo pensé mil veces, lo plantee de mil maneras, simplemente no me entra, como las matemáticas. Si los hombres son así de complicados quiero quedarme soltera y vivir feliz. Bueno no solo él, me dolió mucho todo lo que me paso en mi etapa ana-mia. Y justo ayer mia me llamo porque con toda la angustia del alma tenia algo que quería botar y lo primero que se me ocurrió fue ir al baño a vomitar, pero me las aguante, y todo lo boté llorando, con mis lágrimas y mocos (puaj).

Salí luego de dos horas, ya eran las 10 de la noche, solo le dije a mi mamá si podía echarme con ella en la cama me dio un beso en la frente y me acurrucó a su lado. Dormí como un bebé. Ella lo sabe todo. Ella sabe lo que a veces desearía ser, lo que pasa por mi mente, lo que siento y lo que no. Es mi madre, que más puedo pedir. Solo espero que nunca más me vuelva a pasar, fue una sensación asquerosa, disgustante. Pero hoy amanecí contentísima y con ganas de muchas cosas, no pensar tanto en lo que paso, aunque duele, pensar en lo que vendrá. Sí, duele.



‘Cause she’s everything I’m not.