lunes, agosto 6

Huir del futuro, vivir del presente


Hoy que siento que he avanzado mucho, que pienso que la vida se me esta yendo de las manos, hoy que aún no se que será de mi en un futuro, les pregunto a ustedes ¿Qué será de su futuro? ¿Alguien ya tiene algo planeado? Y es en estos momentos que seguro muchos de ustedes pensaran si supieron aprovechar el colegio, si las cosas que se les enseñaron aquí fueron bien recogidas, tomadas, y procesadas. No sé, quien exactamente sabe que es lo que va a ser de su vida. La mayoría ya debe tener una carrera más o menos definida pero con eso no decimos mucho. ¿Encontraremos empleo o moriremos de hambre? ¿Tendremos familia o nos quedaremos solteros? ¿Fracasaré o triunfaré? ¡Oye! Haz un alto a tu vida. ¿No crees que te estas futurizando demasiado? Primero piensa en el presente, en lo que va a ser de tu vida de aquí a unas horas, antes de a unos años.

A veces solemos ver las cosas que están lejos muy cerca y tal vez se deba a que la vida avance más rápido que antes, pero no por eso debemos afanarnos en un mañana. Es así como no logramos disfrutar nada de la vida. Vivimos pensando que pasará, que vendrá, etc. y no es precisamente lo que deberíamos hacer, porque si nos concentráramos solamente en el HOY, haríamos las cosas mucho mejor, con más entusiasmo y nuestra mente no estaría preocupándonos en lo otro.

Amigos, el camino es largo aunque parezca corto, ¿saben porque?, porque lo hacemos corto. Esto seguro debe tener un fondo algo más profundo, como que ya se aburrieron de vivir su vida de hoy, las responsabilidades, las tareas, los estudios y quien sabe que más los tiene estresados y agobiados, pero para tal caso no hagamos de nuestra vida una rutina. Todos los días son diferentes si así lo queremos, en todos los días encontraremos algo especial, y todo pasará tan veloz que ya habremos crecido, que nuestros sueños se verán realizados y con una sonrisa en la cara avanzaremos y diremos lo logré y ni siquiera tuve que impacientarme.

Cuando caminamos hacía nuestras casas ¿no nos hemos puesto a pensar en lo pequeña que se nos ha quedado la ciudad? y no es que sea pequeña, de hecho es lo suficientemente grande para que no tengamos que sentirnos como nos sentimos, pero aún así nos resulta inevitable tener la sensación de que nos pasamos la vida andando sobre lo mismos pasos que ya anduvimos. Necesitamos al menos un día fuera, pisar otras calles en las que no tengan tantos recuerdos, necesitamos cerrar los ojos y no sabernos de memoria lo que encontraremos al abrirlos, Queremos perdernos en un sitio nuevo y queremos hacerlo solos, queremos doblar una esquina sin pensar que a la vuelta nos encontraremos lo mismo que nos hemos encontrado tantas otras veces, queremos que nadie nos reconozca, que no acabemos cruzándonos con ninguna de las personas con las que nos encontramos a diario. Necesitamos sentirnos solos y desorientados, para poder encontrarnos a nosotros mismos.

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