jueves, diciembre 18
Que de repente no nos hablamos más y tu sales con tus bipolaridades que yo no entiendo y me gustaría saber y entonces me pongo necia y quiero tratar de entenderte pero no todo se puede en la vida cuando estamos en un estado así y decimos que no vamos a vernos más que hasta aquí llego todo que no puedes conmigo y yo no puedo seguir con el sufrimiento que me ahoga que no me quieres y que lo harás algún día y mi necedad quiere que lo hagas hoy y ahora pero tenemos la culpa ambos y no queremos darnos cuenta de eso y no queremos darnos cuenta de nada y no me pongo a llorar y trato de solucionar las cosas y la lluvia que para y el sol que no sale y todo gris pero todo bien y tu que te haces el canchero y me dices que vas a estar normal y yo también claro porque no me quiero quedar atrás y un día te vienes a mi casa y nos plantamos un beso como hace mucho no lo hacíamos y nos comemos la boca y me dejas tonta y ahora que quiero verte otra vez ya no se puede y tengo ganas de hacerlo entonces continuo una historia repetida sin paro y sin remedio que no utiliza puntos ni comas y tal vez quién sabe si pueda continuar
Etiquetas: (des) amor, ÉL
viernes, diciembre 12
Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
Jorge Luís Borges.
Etiquetas: frases
sábado, diciembre 6
Está semana ha sido la semana más extraña de mi vida, porque he pensado tanto en las cosas que me pasan, que han pasado y que pasarán. Y no me extraña que no me este yendo muy bien en mis planes, y que aunque le intente sonreír a la vida, parece que un aura maligno gira a mi alrededor dañándome constantemente. Pero hoy necesito decirle algo a todos, de una vez por todas porque ya no aguanto estas ganas inmensas de llorar, y de gritar, y necesito desahogarme, aunque sea con la única cosa que tengo y que la gente (aunque sea poca) lee.
Se dice que como uno pase año nuevo pasará el resto del año, y ahora veo que definitivamente es cierto. Yo pasé mi año nuevo muy triste, por cosas que sucedieron ese día, y así ha terminado mi año, o por lo menos así hasta ahora. Las cosas me han salido mal, no he sabido actuar como es debido y mi corazón, ni que decirlo, ha sido el más torpe que hay. Pero no dejaré que esto arruine mi último mes del año, porque puedo darle vuelta a esta torta y pedir disculpas a todos los que he hecho daño.
Porque sé y soy realmente consciente de mis actos, y he sido una mala amiga, una mala compañera, que no ha sabido expresarse, que no ha sabido decir las cosas en el momento correcto y mi comportamiento amerita que Santa Claus esta navidad no me traiga ni un solo regalo. Pero creo que nunca es tarde para arrepentirse. Y les pido mis más sinceras disculpas si es que alguna vez dije algo sobre ustedes, si es que pensaron que dije algo, si es que los traté mal, si es que me metí con las personas equivocadas, si es que no supe que era guardar un secreto o si es que poco a poco fui perdiendo la confianza en ustedes, y ustedes en mi. Y es que la verdad AMIGOS, ya no tengo. Y ahora me doy cuenta que todo ha sido por mi culpa y no puedo culpar a los demás de no querer estar conmigo.
También lo siento si es que me comporte como una niña caprichosa y engreída, que pensaba que todo lo podía; la niña que todo lo quería. Porque todo no se puede obtener en esta vida, y he aprendido de eso. Y en verdad he aprendido mucho, demasiado en este año. Cierto, como dije en el comienzo que no ha sido el mejor año de mi vida, es más lo puedo considerar como el peor año de estos cortos diecisiete años que tengo, pero si uno con mucho aprendizaje, donde me he hecho fuerte, y he sabido tomar decisiones, las cuales no todas fueron buenas, pero ¿de qué está hecha la vida? Es solo tomar caminos, y a veces para encontrarse uno mismo, a veces hay que perderse.
No seamos orgullosos y pensemos que somos perfectos, que no tenemos la culpa de nada, que no cometemos errores, porque todos cometemos errores, y admito que yo muchos, algunos insignificantes, algunos dañinos, pero queda tiempo para cambiar. Hay tiempo para vencer esas barreras que no nos permiten salir de nuestro propio mundo y ver la realidad. A veces tenemos que saltar vallas para lograr algo mejor, y créanme la vista es mucho mejor del otro lado.
Si bien este año me ha servido como experiencia, también quiero recalcar a toda esa gente trucha y mala que hablo cosas que no son de mí, que eso no se hace, porque duele y daña, y no saben que así malogran la vida de las personas, y no me refiero solo a la mía, que más que ponerme triste me enfurece mucho, sino a las personas que supuestamente están implicadas en ese chisme y que se sienten mal. Yo los entiendo, pero tampoco me echen todos los perros a mí, que no soy la culpable de todo.
Bueno, es solo lo que quería decir y recalcar, espero que ahora si lentamente aunque sea la gente pueda perdonarme, y la gente que hace daño pueda disculparse también. Les prometo que buscare mis pedacitos de felicidad a como de lugar que si me sigo cayendo, volveré a levantarme que si sigo llorando, volveré a limpiarme el rostro. Que voy a sacar esta tristeza de mí, y en lo posible voy a dejar de dañar a los demás. Y escribo todo esto porque a ustedes les debo mucho. Abríguense en el frío y déjense quemar en el calor. Sonrían, que yo así lo haré.
SUGAR CANDY.
Se dice que como uno pase año nuevo pasará el resto del año, y ahora veo que definitivamente es cierto. Yo pasé mi año nuevo muy triste, por cosas que sucedieron ese día, y así ha terminado mi año, o por lo menos así hasta ahora. Las cosas me han salido mal, no he sabido actuar como es debido y mi corazón, ni que decirlo, ha sido el más torpe que hay. Pero no dejaré que esto arruine mi último mes del año, porque puedo darle vuelta a esta torta y pedir disculpas a todos los que he hecho daño.
Porque sé y soy realmente consciente de mis actos, y he sido una mala amiga, una mala compañera, que no ha sabido expresarse, que no ha sabido decir las cosas en el momento correcto y mi comportamiento amerita que Santa Claus esta navidad no me traiga ni un solo regalo. Pero creo que nunca es tarde para arrepentirse. Y les pido mis más sinceras disculpas si es que alguna vez dije algo sobre ustedes, si es que pensaron que dije algo, si es que los traté mal, si es que me metí con las personas equivocadas, si es que no supe que era guardar un secreto o si es que poco a poco fui perdiendo la confianza en ustedes, y ustedes en mi. Y es que la verdad AMIGOS, ya no tengo. Y ahora me doy cuenta que todo ha sido por mi culpa y no puedo culpar a los demás de no querer estar conmigo.
También lo siento si es que me comporte como una niña caprichosa y engreída, que pensaba que todo lo podía; la niña que todo lo quería. Porque todo no se puede obtener en esta vida, y he aprendido de eso. Y en verdad he aprendido mucho, demasiado en este año. Cierto, como dije en el comienzo que no ha sido el mejor año de mi vida, es más lo puedo considerar como el peor año de estos cortos diecisiete años que tengo, pero si uno con mucho aprendizaje, donde me he hecho fuerte, y he sabido tomar decisiones, las cuales no todas fueron buenas, pero ¿de qué está hecha la vida? Es solo tomar caminos, y a veces para encontrarse uno mismo, a veces hay que perderse.
No seamos orgullosos y pensemos que somos perfectos, que no tenemos la culpa de nada, que no cometemos errores, porque todos cometemos errores, y admito que yo muchos, algunos insignificantes, algunos dañinos, pero queda tiempo para cambiar. Hay tiempo para vencer esas barreras que no nos permiten salir de nuestro propio mundo y ver la realidad. A veces tenemos que saltar vallas para lograr algo mejor, y créanme la vista es mucho mejor del otro lado.
Si bien este año me ha servido como experiencia, también quiero recalcar a toda esa gente trucha y mala que hablo cosas que no son de mí, que eso no se hace, porque duele y daña, y no saben que así malogran la vida de las personas, y no me refiero solo a la mía, que más que ponerme triste me enfurece mucho, sino a las personas que supuestamente están implicadas en ese chisme y que se sienten mal. Yo los entiendo, pero tampoco me echen todos los perros a mí, que no soy la culpable de todo.
Bueno, es solo lo que quería decir y recalcar, espero que ahora si lentamente aunque sea la gente pueda perdonarme, y la gente que hace daño pueda disculparse también. Les prometo que buscare mis pedacitos de felicidad a como de lugar que si me sigo cayendo, volveré a levantarme que si sigo llorando, volveré a limpiarme el rostro. Que voy a sacar esta tristeza de mí, y en lo posible voy a dejar de dañar a los demás. Y escribo todo esto porque a ustedes les debo mucho. Abríguense en el frío y déjense quemar en el calor. Sonrían, que yo así lo haré.
SUGAR CANDY.
Etiquetas: ces't la vie, tal como soy
martes, noviembre 4
Puede que no tengamos que ser felices, puede que la gratitud no tenga nada que ver con la alegría, puede que ser agradecido signifique estar contento con lo que tienes, apreciar las victorias, admirar la lucha que implica seguir viviendo, quizás estamos agradecidos por lo que nos resulta familiar y puede que por las cosas que no sabremos nunca. Al final del día el simple hecho de tener el valor de no derrumbarnos, es suficiente motivo para celebrarlo.
Y yo estoy agradecida porque existes, porque con el hecho de decirme solo verdades, aunque duelan, me haces aprender. Aprendo contigo, así que no me sueltes.
Etiquetas: frases
sábado, noviembre 1
Hay días en los que
me gustaría quedarme
en la cama
con pijama
sin bañarme
y sin que me importe.
Días en donde
pudieras llamarme
hablar toda la tarde
y ver televisión.
Días poco convencionales
donde se mueva
la tierra y el viento
sople fuerte.
Que mi estómago
me pida comida
y yo en la cocina
preparar mac&cheesse
Que vinieras a verme de
vez en cuando
que me dieras un beso
que hace tiempo no me das.
jueves, octubre 16
Si hay una verdad en mi vida, es esta: le tengo miedo al amor. Entonces la gente se ríe a mis espaldas y comienza a hablar la contradictoria. Pero es realmente cierto y no por el cuento repetido de que ya he sufrido demasiado, y que las células se me hacen trizas cada vez que comienzo una relación hipotética; ahora es diferente. Le tengo miedo al amor, porque no sé que es. Y tal vez muy en el fondo, estoy dejando de creer en su existencia, y es que la presencia de este sentimiento en mi vida, ya se ha hecho tan relativo que dudó de que alguna vez yo lo haya sentido.
No existen más mariposas que floten por mi estomago, y cuando tu voz se escucha entre mis sienes, ya no sé me hace difícil volver los pies a la tierra. Pero no es porque tú hayas cambiado, es porque yo lo he hecho. Oscilo, cambio, doy una sacudida al polvo de vez en cuando, y entre cada sacudida se va alguno de tus restos. Mi piel, mi cuerpo entero, toda yo, comienzan con el temible ritual del reciclaje, de la desecha, del olvido.
Vuelvo a cuestionarme, que es lo que estuve sintiendo todo este tiempo. Acaso era que nuestros cuerpos estuvieron atados por mutua atracción, que existía una vibra que no se podía controlar cada vez que nos encontrábamos, y que yo siempre pensé que alguna vez regresarías a mi si es que te alejabas demasiado. Sí, era todo producto del lado oscuro de mi imaginación, y jugaste en ella como te dio la gana, y yo te abrí la puerta, y te di la llave. Y era feliz, supongo. Pero no era amor, no lo era. Tu lo sabías, yo lo sabía, pero nos gustaba jugar a creer que si lo era.
Ahora, que estoy segura de tu regreso, te revelo con toda el alma que entro en pánico cada vez que te veo. Tengo miedo de volver a sentir, a confundirme, no contigo, conmigo. Entonces pienso que tal vez sea mejor que si te acercas demasiado, dilates tus pupilas de chocolate, alejes tu mirada tan penetrante de mí, y me beses con todo lo que tienes, sin enseñarme tu mirada, sin decir que me quieres. Porque yo, yo no sé qué es lo que hoy siento.
No existen más mariposas que floten por mi estomago, y cuando tu voz se escucha entre mis sienes, ya no sé me hace difícil volver los pies a la tierra. Pero no es porque tú hayas cambiado, es porque yo lo he hecho. Oscilo, cambio, doy una sacudida al polvo de vez en cuando, y entre cada sacudida se va alguno de tus restos. Mi piel, mi cuerpo entero, toda yo, comienzan con el temible ritual del reciclaje, de la desecha, del olvido.
Vuelvo a cuestionarme, que es lo que estuve sintiendo todo este tiempo. Acaso era que nuestros cuerpos estuvieron atados por mutua atracción, que existía una vibra que no se podía controlar cada vez que nos encontrábamos, y que yo siempre pensé que alguna vez regresarías a mi si es que te alejabas demasiado. Sí, era todo producto del lado oscuro de mi imaginación, y jugaste en ella como te dio la gana, y yo te abrí la puerta, y te di la llave. Y era feliz, supongo. Pero no era amor, no lo era. Tu lo sabías, yo lo sabía, pero nos gustaba jugar a creer que si lo era.
Ahora, que estoy segura de tu regreso, te revelo con toda el alma que entro en pánico cada vez que te veo. Tengo miedo de volver a sentir, a confundirme, no contigo, conmigo. Entonces pienso que tal vez sea mejor que si te acercas demasiado, dilates tus pupilas de chocolate, alejes tu mirada tan penetrante de mí, y me beses con todo lo que tienes, sin enseñarme tu mirada, sin decir que me quieres. Porque yo, yo no sé qué es lo que hoy siento.
Etiquetas: (des) amor, ÉL, tal como soy
jueves, octubre 9
Etiquetas: frases
;;
Subscribe to:
Entradas (Atom)